lunes, 28 de agosto de 2017

Me acabo de hacer socio de 5W

Me acabo de hacer socio de 5W.




5W es un proyecto/revista/web/comunidad de periodismo internacional. Me gustaría explicar porqué me he hecho socio. No quiero dar lecciones a nadie, sólo contar mis razones.


Desde su nacimiento, hace ya un par de años, sigo el proyecto de 5W. Es una empresa compuesta por un grupo de nueve profesionales especializados en periodismo internacional: enviados especiales, fotógrafos y escritores. Algunos tan conocidos como Mikel Ayestaran o Xavier Aldekoa. El nombre hace referencia a las míticas 5 preguntas a las que el periodismo debe responder:  who, what, where, when & why.


Estos periodistas, que andan entre los treintaytantos y los cuarentaypoquitos, han apostado por hacer un proyecto de periodismo independiente y de calidad, con imagen y textos cuidadísimos, de autores que están sobre el terreno, hablan con la gente, saben mirar, saben leer y saben transmitir con conocimiento, sin dogmatismos ni maniqueísmos, realidades que son muy complejas y no reductibles a una simplista peli de buenos y malos. Hay fotos que son auténticas obras de arte, otras son impactantes, otras cuentan una historia o retratan una persona o una étnica o un país. Estos periodistas recorren los caminos y ven el dolor o la grandeza o la curiosidad, son capaces de toparse con gente interesante, actores, testigos o víctimas, y nos traen con respeto sus historias para que cada uno vayamos completando nuestro propio puzle, nuestra propia visión, sin necesidad de tutores que nos den las conclusiones preconcebidas en papilla.


 https://www.revista5w.com/ 


El periodismo de calidad es un elemento imprescindible en una sociedad democrática. Sin periodismo de calidad es mucho mas difícil que los ciudadanos podamos ir creando nuestro criterio con un mínimo de fundamento. Si nos alimentamos sólo de noticias de agencia mil veces copiadas y reproducidas y vueltas a copiar y reproducir, adquirimos un conocimiento de titulares, limitado y muchas veces conducido por intereses políticos o económicos. Pero, peor aún, si nos alimentamos de lo que las redes sociales, sin conocimiento, sin rigor, sin responsabilidad, sin calidad, nos suministran, terminamos dando por buena cualquier cosa que confirme nuestros prejuicios, nos limitaremos al escándalo de turno, a la denuncia sin futuro, a la crítica sin proyecto.


En tiempos de la postverdad el periodismo de calidad es necesario y es responsabilidad de todos hacerlo posible. Y sin embargo nos hemos acostumbrado a no querer pagarlo. Leemos el periódico en el bar y pagamos el café y al camarero, pero no al fotógrafo que ha sacado la imagen o al periodista que ha escrito la crónica o al pensador que ha escrito el artículo de opinión con que untamos el café. Lo lógico será que el café sea cada vez mejor y el periodismo cada vez de menor calidad. Es fácil indignarse al saber las miserias que los medios pagan por las crónicas de periodistas que andan por el mundo con la mochila, la libreta de notas y el portátil, o las fotos, o los artículos de opinión. Es fácil culpar a los grandes medios. Pero nosotros, como consumidores, también mandamos con nuestro dinero, nuestra compra, nuestra muestra de interés, nuestro tiempo.


Pero lo peor de todo es que nos costará darnos cuenta esa pérdida de calidad si perdemos el gusto por el tono mesurado, por la idea fina, por el argumento original y bien construido, por la historia bien contada, con tiempo y saber hacer. Nos dará todo igual porque buscaremos el trazo grueso, el lugar común, el escándalo fácil, la polémica más tonta que será sustituida mañana por otro escándalo más tonto, pero mayor, porque necesitamos aumentar cada día la dosis de falsa polémica para mantener el efecto de impostada indignación. Nos creemos que así desafiamos al sistema y a los poderosos, pero es todo lo contrario: lo que verdaderamente puede desafiar el sistema sólo puede ser el rigor, el conocimiento compartido entre diferentes con tiempo y esfuerzo, el respeto a la opinión distinta, la profesionalidad y la calidad de conocimiento, la fiabilidad y la responsabilidad. Lo demás es circo y espectáculo. Me da lo mismo que se refiera al conflicto árabe-israelí, a la corrupción o al tráfico de armas internacional: si sólo nos interesa el escándalo descontextualizado, la denuncia sin comprobación o el argumento más ruidoso, contribuimos a la confusión y al mantenimiento de lo que creemos denunciar.


Para ir más allá necesitamos periodistas profesionales y pagados dignamente, no becarios que copien noticias pescadas de otros medios, por un extremo, y locutores estrella, por el otro. Necesitamos rigor y cocina a fuego lento. Necesitamos gusto por el lenguaje y por la imagen. Necesitamos educar el argumento y la idea. Necesitamos medios de calidad. Necesitamos profesionales, artistas y artesanos.


Y sólo hay una forma de conseguir medios de calidad que paguen dignamente el trabajo que lo merece y que lo hagan así posible: pagar por lo que decimos valorar, no esperar que nos venga del cielo, no esperar que el estado lo pague todo, no esperar que la publicidad obre el milagro de separar el grano de la paja. Hay que participar.


Nos cuesta aportar en proyectos culturales. Pero si no hay cultura independiente, sino hay iniciativas que se arriesgan (librerías, salas de exposiciones, revistas, salas de conciertos, grupos de teatro, lo que sea), si no hay sociedad que premia o sostiene esas iniciativas, no hay democracia realmente participativa y nos limitamos a los codazos para llegar primero a la ventanilla de la administración de turno.


Desde su creación, hace un par de años, he retwiteado bastantes cosas de 5W, incluidas sus campaña de socios o micropatrocinio, e incluso me había hecho eco aquí, en mi blog, de algunas de sus cosas. Pero no había dado el paso de poner algo más. Este verano, tras la lectura de Hijos del Nilo, de Xavier Aldekoa, y de Oriente Medio, Oriente Roto, de Mikel Ayestaran, ha llegado el momento de aportar mi granito de arena y me hecho socio de este proyecto, para así apoyar el periodismo internacional de calidad hecho por gente de mi generación (bueno, vale, lo reconozco, yo soy un poco menos joven, pero no mucho) y mi entorno geográfico y cultural. ¿Tiene sentido lo que digo?


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- El periodismo de la pifia 7.Julio.15
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- Fotos que cuentan una historia. Otra forma de mirar el periódico. 10.Julio.15
- Fotos que tienen historia, significado, valor y firma 5.Abril.17
- Día Mundial de la Libertad de Prensa: ¡Que prospere el periodismo! 3.Mayo.15
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