viernes, 30 de junio de 2017

Yo me siento con Canadá


Hoy escribo en El Correo y en Diario Vasco un artículo sobre el CETA titulado Yo me siento con Canadá. Espero que os parezca interesante.







Yo me siento con Canadá




Ayer el Congreso de los Diputados aprobó el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Canadá, más conocido como CETA. Es uno de los acuerdos comerciales más ambiciosos hasta la fecha. Se dice que es un acuerdo de nueva generación por la cantidad de temas incluidos y la profundidad técnica y jurídica de su regulación.




Un acuerdo es un equilibrio imperfecto entre lo que las partes ambicionan, lleno de renuncias mutuas e incluso incoherencias, que son el fruto inevitable de una dura negociación. A esto le debemos sumar la complejidad y amplitud de los temas y de los actores involucrados: Canadá es un estado complejo con algunos fenómenos de cosoberanía; sobre la complejidad de la gobernanza europea no es necesario que les insista. Maravillosas complejidades ambas, por cierto, porque responden democráticamente a una historia y a una identidad que no pueden reducirse a un sistema constitucional simple, jacobino, unificado y fácil de entender desde fuera.





Es en esta gigantesca complejidad, llena de incertidumbres, que nos toca navegar asumiendo grandes márgenes de error. Nuestro futuro no cabe en un eslogan negativo y de rechazo. El futuro es mestizo, de soberanías cruzadas, simultáneas, que saltan fronteras, se enredan, entran en conflicto y se fertilizan. El reto es poner cierto orden en esa complejidad para que se promuevan principios básicos que sean universalizables, como los derechos humanos, la protección del trabajador y del consumidor, y el respeto al medioambiente.





Con esos objetivos en mente, este acuerdo es a mi juicio razonablemente bueno, sin dejar por ello de tener innumerables problemas. Lo han negociado nuestros representantes elegidos democráticamente y no ajenos actores sirviendo oscuros intereses que desearan encadenarnos y emprobrecernos. Las negociaciones en la UE suelen tener tanta o más transparencia que la más transparente de las administraciones nacionales y suelen estar abiertos a formas de participación inauditos en la mayor parte de los sistemas nacionales, si bien se trata de temas y procedimientos complejos. Puede usted entrar en la página web de la UE para encontrar, junto a versiones simplificadas accesibles, toda la información original. Ante las toneladas de informes y normas el vértigo es comprensible, pero para eso elegimos a representantes que imaginamos preparados para ello. Algunos de estos parlamentarios se han trabajado los documentos y han explicado sin demagogia su voto según pasaban las diferentes fases del proceso (así lo ha hecho en su blog, por ejemplo, una eurodiputada vasca).





Este acuerdo no reduce derechos sociales o laborales, aunque sería deseable que los proclamara más explícitamente. Tampoco privatiza servicios públicos. No es verdad que se desproteja el sistema europeo de Denominaciones de Origen, de hecho es casi lo contrario lo que ocurre. Es cierto que no se ha conseguido que Canadá asuma la regulación europea, pero esto debería resultar obvio, de la misma forma que Canadá no ha conseguido que Europa incorpore su regulación, porque no se trata de una integración sino de un acuerdo entre diferentes.





Sin duda hay riesgos y costos. Habrá empleos que se pierdan en sectores menos competitivos, pero habrá otros que se creen en sectores que lo son más. Habrá más dura competencia en algunos ámbitos y nuevas oportunidades en otros.





Si el acuerdo es bueno para Europa y para Canadá, podría serlo más aún para Euskadi por su tipo de empresa, industria y servicios, por su identidad y por su cultura institucional. Somos además parte de la historia de Canadá desde que Red Bay o Bahía de los Vascos fuera declarada como primera instalación industrial de norteamérica y un documento vasco el primero de su historia. Nuestra historia común se torna oportunidad de presente. Canadá es un país de soberanías compartidas incluso en el ámbito de la representación internacional y experiencias de bilateralidad. Tiene altos estándares sociales, laborales, medioambientales, de creatividad, conocimiento y tolerancia. Un país con el que podemos compartir, aprender y crecer mucho.





Contra este acuerdo está Marine Le Pen y sus socios europeos: su posición tiene una lógica que comprendo. Pero escuchar a gente de izquierda alegar al principio protección de soberanía nacional para rechazar la gobernanza de la globalización es desconcertante. Ese argumento podría haberlo entendido y compartido Arias Navarro, pero no debería ser un llamado que motive a un joven que tiene que participar en los retos del siglo XXI. Construir el futuro con conceptos clásicos de soberanía es como participar en las redes sociales con una máquina de escribir.





Si hay un político coherente en la batalla de la soberanía nacional y los empleos nacionales frente a la globalización ése es Donald Trump: ha denunciado tratados comerciales, ha salido del sistema global contra el cambio climático y amenaza con hacer lo propio con el sistema de Derechos Humanos.



Entro en el comedor. A un lado de la mesa están los campeones europeos del populismo de derecha y de izquierda con un cartel en que dice con la simplicidad e infalibilidad de lo incorruptible: #StopCETA. En el otro lado están, buscando imperfectos acuerdos, Trudeau, Macron, Merkel y los líderes de la UE con los que tenemos que construir un futuro embarrado de incertidumbres y errores. Yo no tengo duda en qué lado de la mesa busco silla y esforzado futuro para mis hijos.

jueves, 22 de junio de 2017

Presentación Comentario General Derecho Humano Ciencia ante los Estados


Ayer tuvimos la reunión entre el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y las delegaciones de los estados. Acudieron algo más de 20 estados.


La delegada de Canadá preguntó por el contenido y el proceso del Comentario General sobre el Derecho Humano a la Ciencia. Como relator de dicho Comentario General fue una oportunidad para explicarlo, muy brevemente, ante todos los estados.


Adjunto el video, mi intervención está entre los minutos 12,20 y el 19,55. Algo más de 7 minutos, así que es un resumen muy breve, máxime cuando hay que hablar muy lento para permitir una traducción de calidad por parte de los traductores al resto de lenguas oficiales de las Naciones Unidas. Pero sirve, creo yo, como presentación del asunto.




 http://webtv.un.org/meetings-events/human-rights-treaty-bodies/committee-on-economic-social-and-cultural-rights/watch/informal-meeting-with-state-parties-43rd-meeting-61st-session-committee-on-economic-social-and-cultural-rights/5479548369001 

martes, 20 de junio de 2017

Día Mundial de los Refugiados


Hoy se celebra el Día Mundial de los Refugiados.


La ONU informa que a finales de 2016 había un total de 65,6 millones de personas desplazadas, 300.000 más que en 2015. Esa cifra incluye a las personas refugiadas, internamente desplazadas y solicitantes de asilo.

Un récord histórico.


Más información aquí.


http://www.unhcr.org/withrefugees/es/#_ga=2.238731653.422795862.1497971076-1401104237.1497971076
#ConLosRefugiados
  





domingo, 18 de junio de 2017

En el país de la no libertad

Hoy escribo en los medios del Grupo Noticias (Noticias de Gipuzkoa y DEIA) mi columna quincenal #MirarHaciaOtroLado. Hoy la dedico a la censura en Tailandia o, más precisamente, al delito de Lèse Majesté (Laesa maiestas o Laesae maiestatis). ¿Sabes lo que es? Te animo a averiguarlo.



 http://www.noticiasdegipuzkoa.com/2017/06/18/mundo/en-el-pais-de-la-no-libertad 
#MirarHaciaOtroLado



En el país de la no libertad





Quienes han tenido la suerte de visitarlo dicen que Tailandia es un país bellísimo. Playas, templos, paisajes, culturas, gastronomía y otros atractivos hacen de este país el que más turistas atrae de todo el sudeste asiático. El turismo sexual, parece atraer también a un número no despreciable de turistas (el número es el que no me parece despreciable, aclaro).





Tras estas imágenes de playas paradisíacas se esconde un país políticamente muy difícil. Hace tres año un nuevo golpe de estado colocó a una junta miliar al frente del gobierno. Lo que permanece en el país desde antes incluso de llamarse Tailandia, cuando aún era Siam, es la monarquía de los Chakri, que reinan desde mediados del siglo XIX.





Si ustedes fueran tailandeses se guardarían muy mucho de hacer ningún comentario sobre el monarca o su familia o sus amigos o, por si acaso, cualquier cosa que directa o indirectamente tenga que ver con él o lo pueda parecer. La cárcel podría ser su destino más directo si su comentario es entendido por el régimen militar como inadecuado.





La figura del delito de Lèse Majesté (Laesa maiestas o Laesae maiestatis), es decir, el delito de injurias a la monarquía, es un clásico de los códigos penales, incluso en algunas de las democracias más consolidadas. En principio no se puede decir que la existencia de semejante delito en un código penal, por sí mismo sea contrario a los derechos humanos o los principios democráticos. El problema aparece cuando se emplea no para perseguir indebidas injurias, sino para eliminar la oposición o la libertad de expresión o cualquier formas de crítica legítima a la monarquía





El caso es que en Tailandia este delito se interpreta de una forma muy extensiva y la aplicación de esta norma se convierte en una forma muy dura de censura y de persecución penal de actividades legítimas de opinión o de participación en la vida cultural del país.



Hay blogueros detenidos, páginas cerradas, conexiones a Internet limitadas. Hay miembros de grupos de teatro en prisión por preparar obras en las que se hablaba de la monarquía o incluso en las que se trataban historias que podían ser interpretadas como alegorías o referencias, más o menos veladas, a la cuestión. Hay novelistas y ensayistas detenidos. Hay obras de profesores internacionales prohibidas por tratar desde un punto de vista académico la cuestión. Hay libros de reportajes o periodísticos igualmente prohibidos. Hay incluso traductores de ensayos internacionales detenidos por procurar acercar esas obras al lector tailandés en su propio idioma.





Una persona ha sido condenada la semana pasada a 70 años de prisión por colgar en su cuenta de Facebook 10 fotos de la familia real con comentarios que han sido interpretados como difamatorios. El acusado ha conseguido reducir su sentencia a 35 años previo paso por la humillación de reconocer públicamente su culpa.





En la última década son más de 100 casos anuales de este tipo, con condenas que van desde los 10 a los 30 años. La ONU ha denunciado que estos casos se juzgan ante tribunales militares sin las debidas garantías de un proceso justo.





Thai significa en lengua tailandesa “libre” o “libertad”. De ahí que Tailandia pueda traducirse como 'país de la gente libre' o “tierra de la libertad”. Si va a hacer usted alguna broma al respecto, le aconsejo que la haga antes o después del viaje, pero mientras visita el país de la libertad mejor se autocensura usted un poco. Por si las moscas.

Viñetas que complementan un artículo.

Hace un par de días os colgaba un artículo que he escrito sobre las elecciones británicas y la negociación del Brexit con la Unión Europea, se titulaba Incertidumbres británicas.


Creo que estas dos viñetas que copio de Cartooning for Peace son el acompañamiento perfecto a lo que ahí decía. Copio tres o cuatro párrafos y luego las ilustraciones que a mi juicio son la mejor representación de lo que cuento. A ver si a vosotros también os lo parece.


(Y lo primero la referencia a los autores: Pierre Kroll y Chapatte. Abajo encontraréis todas sus referencias para localizarlos tanto en Internet como en Facebook o Twitter)


" (May) irritó a sus socios europeos poniéndolos en contra con declaraciones y posicionamientos improvisados, que se modificaban según el día, entre absurdos a veces y tontos otras. Quizá ganó alguna simpatía entre los pata negra del Brexit, pero al precio de complicar la negociación con sus socios europeos de una forma poco favorable a sus propios intereses. Si bien es cierto que May recibió una mano difícil no lo es menos que a pulso ha ido empeorando cada una de sus cartas malgastando en disputas accesorias el crédito que en Europa pudiera tener sin haber empezado siquiera las negociaciones."


"El caso es que, aguante o no May como Primera Ministra, la posición negociadora del Reino Unido queda muy tocada. May pidió a los británicos un mandato mayoritario para aumentar su fuerza ante una negociación dura. Su posición negociadora pierde ahora muchos enteros y parece que comienza ya a rebajar ambiciones y tono."

"El tiempo corre tras la invocación del art. 50 del Tratado de Lisboa por parte de May. Tenemos poco más de un año efectivo de plazo y Europa aguarda sentada a comenzar un proceso de negociación para el que no sólo no parece haber interlocutores por parte británica, sino que no hay una propuesta clara, coherente o si quiera realista que discutir. El problema con el Reino Unido no es, como May quiere hacer creer, que quiera jugar duro, algo lógico y esperable a lo que Bruselas está muy acostumbrado, sino que parece no saber a qué quiere jugar y qué quiere obtener al final del partido."

"May no ha ganado en Europa amigos que la ayuden ahora gratis et amore, salvo en labores relativas a la lucha contra el terrorismo, obviamente."




Pierre Kroll (Belgium) / www.kroll.be / @PierreKroll


Chapatte / www.chapatte.com / @Chapatte.Dessinateur

viernes, 16 de junio de 2017

Incertidumbres británicas


Hoy publico en El Correo un artículo sobre la situación política británica titulado "Incertidumbres británicas". Aquí adjunto la imagen, pero tenéis el texto completo abajo por si os resulta así de más fácil lectura.

A ver si os parece interesante...


 



INCERTIDUMBRES BRITÁNICAS



Hace una semana que se celebraron las elecciones en el Reino Unido. Si les digo la verdad, no creo que el 8 de Junio fuera un día para envidiar el pasaporte británico. Elegir entre Theresa May y Jeremy Corbyn no me parece un plan muy atractivo.



Lo mejor que puede decirse de Theresa May es que asumió una tarea imposible. Una vez que los padres del Brexit, sorprendidos por su propio éxito, se pusieron de perfil ante la responsabilidad de gestionar semejante entuerto, el camino quedó expedito para quien no era madre de la criatura, sino a lo sumo una prima invitada tarde y mal al bautizo.



Pero lo cierto, por no resultar condescendiente con ella, es que empeoró la situación recibida. Irritó a sus socios europeos poniéndolos en contra con declaraciones y posicionamientos improvisados, que se modificaban según el día, entre absurdos a veces y tontos otras. Quizá ganó alguna simpatía entre los pata negra del Brexit, pero al precio de complicar la negociación con sus socios europeos de una forma poco favorable a sus propios intereses. Si bien es cierto que May recibió una mano difícil no lo es menos que a pulso ha ido empeorando cada una de sus cartas malgastando en disputas accesorias el crédito que en Europa pudiera tener sin haber empezado siquiera las negociaciones.



Que nos hable ahora de los errores en materia de seguridad no aumenta su credibilidad, puesto que ella ha sido Ministra de Interior por más de 6 años, de 2010 hasta el mismo día que fue nombrada Primera Ministra. Si se hubieran dado esos errores políticos graves tocaría pedir la dimisión de la persona que ha sido la máxima responsable durante los últimos 7 años.



Con ser May una mala candidata, no tengo claro que Jeremy Corbyn fuera una opción más fiable. Admito que pueda despertar más simpatía personal pero no mayor credibilidad política. Su Manifesto, más propio de los años previos a Neil Kinnock que del año 2017, es una lista de deseos más que un programa equilibrado de gobierno. En su equipo no está lo más fino ni experimentado de su partido. No pondría yo la economía de mi país, ni su política exterior, en sus manos por más simpático que se me haga.



Ambos, tan distintos, coinciden a mi juicio en algo: ofrecen una política vieja, que viene del pasado, frente a una Europa que caricaturizan y un mundo que ya ha cambiado y es distinto al que ellos describen ante sus respectivos públicos.



Los británicos han optado por dar una magra victoria a May. Una victoria que pronto podría convertirse en pírrica para ella. Un gobierno en minoría o con el apoyo de un grupo como el DUP, con posiciones morales, religiosas y políticas más que preocupantes, augura un futuro difícil para la Primera Ministra. ¿Le perdonará su propio partido el fracaso de su apuesta? ¿Soportará May la fortísima presión a la que está sometida? ¿Son inevitables unas nuevas elecciones este mismo año con un nuevo líder tory?


Si May puede resistir será por la ausencia de liderazgos alternativos. Los halcones (y algún que otro buitre) acechan, pero parece que dudan de momento en lanzarse a degüello, no por lealtad, sino por prudente cálculo: hacer frente a la situación del país y del partido sin morir en el intento requiere la grandeza de un Churchill o al menos la férrea obstinación de una Thatcher. No se ve nadie así por ningún lado.



El caso es que, aguante o no May como Primera Ministra, la posición negociadora del Reino Unido queda muy tocada. May pidió a los británicos un mandato mayoritario para aumentar su fuerza ante una negociación dura. Su posición negociadora pierde ahora muchos enteros y parece que comienza ya a rebajar ambiciones y tono.



El tiempo corre tras la invocación del art. 50 del Tratado de Lisboa por parte de May. Tenemos poco más de un año efectivo de plazo y Europa aguarda sentada a comenzar un proceso de negociación para el que no sólo no parece haber interlocutores por parte británica, sino que no hay una propuesta clara, coherente o si quiera realista que discutir. El problema con el Reino Unido no es, como May quiere hacer creer, que quiera jugar duro, algo lógico y esperable a lo que Bruselas está muy acostumbrado, sino que parece no saber a qué quiere jugar y qué quiere obtener al final del partido.



May no ha ganado en Europa amigos que la ayuden ahora gratis et amore, salvo en labores relativas a la lucha contra el terrorismo, obviamente. En frente encuentra una instituciones europeas que tras años de dificultades se muestran hoy suficientemente estables, con liderazgos consolidados. En Alemania tenemos una Merkel sólida a la que Europa tiene mucho que agradecer. En Francia vemos un sorprendete Macron moderno, prometedor y fortalecido, capaz de ganar la confianza del país desde cero y capaz de tratar de tú a tú, sin levantar el tono ni perder la compostura, a dos toros bravos como Putin y Trump.



Frente a un Reino Unido desorientado, unos Estados Unidos en profunda crisis política, una Rusia que da miedo y una China sólo interesada en el gobierno global en lo que a sus negocios favorezca, Europa parece en comparación la mejor apuesta. En la inconsciente partida propuesta por Cameron parece que a día de hoy pierden más los británicos que el resto de los europeos. Con sus limitaciones e imperfecciones, la Unión Europa se confirma como la mejor experiencia de democracia y prosperidad probablemente de la historia. Es mejor estar lealmente dentro.


sábado, 10 de junio de 2017

SOGI: Violencia y discriminación por orientación sexual e identidad de género

Ayer tuve el privilegio de participar en un encuentro privado entre algunos miembros del Comité DESC y el recientemente nombrado Experto Independiente sobre la protección contra la violencia y la discriminación por motivos de orientación sexual o identidad de género, Vitit Muntarbhorn.


 http://www.ohchr.org/EN/Issues/SexualOrientationGender/Pages/Index.aspx 


Vitit Muntarbhorn, tailandés, es además de Profesor de Derecho Internacional de la Universidad Chulalongkorn en Bangkok, un veterano con diversos mandatos en la ONU. Yo le conocí, primero porque teníamos amigos comunes y luego porque trabajábamos puerta con puerta, como miembro de la Comisión Internacional sobre Siria de la que hablé aquí cuando se presentó el terrible informe sobre el genocidio yazidí.


Este mandato es muy reciente, de este mismo año, de modo que el informe que nos presentó ayer A/HRC/35/36 es el primero que emite. A su mandato se le conoce en el sistema onusiano de acrónimos infinitos por SOGI: Sexual Orientation and Gender Identity.


Decir que las personas con orientación sexual o identidad de género diferentes (tradicionalmente consideradas como) o minoritarias están discriminados en el mundo es decir poco. En muchos países están perseguidos por la ley, por la sociedad o por los matones de turno. En muchas ocasiones son encarcelados, en otras agredidos, en otras ejecutados o asesinados. En mucho lugares los estereotipos y las costumbres los humillan, los relegan, los castigan, los discriminan.


El Experto nos subrayan aquellos aspectos del mandato del Comité DESC que tienen que ver con esta situación: desde el principio de no discriminación en el disfrute de los derechos hasta derechos más específicos como el de salud, educación o trabajo. El Experto reconoció también que nuestro Comité es uno de los órganos de tratados que más y mejor trabaja este asunto desde hace ya años.


El debate fue muy rico y enormemente útil. Nos ayuda a saber más y a enfocar mejor nuestro trabajo futuro.


En su primer informe el Sr. Muntarbhorn se ha centrado en 6 cuestiones que merecen recordarse (incluyo algunos párrafos del informe):
  
1.- La Despenalización de las relaciones consentidas entre personas del mismo sexo:

"Unos 70 países tipifican como delito las relaciones con personas del mismo sexo, con una repercusión especial en los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. Unos 40 países tipifican como delito las relaciones con personas del mismo sexo en lo que respecta a las mujeres que tienen relaciones sexuales con mujeres. Algunos países prevén la pena de muerte."

2.- Medidas específicas de lucha contra la discriminación:
"La falta de medidas de lucha contra la discriminación o su insuficiencia todavía es un obstáculo en muchos países. Esto, también, está vinculado a entornos que favorecen la violencia y la discriminación. Se trata de un problema longitudinal, que comienza en el hogar y se hace extensivo al sistema de educación, el lugar de trabajo y la vida en general."
3.- Reconocimiento jurídico de la identidad de género:
"En muchos países, las personas transgénero no consiguen que el Estado reconozca el género con el que se identifican, incluso con la intervención quirúrgica de reasignación de género, y tienen que soportar abusos y discriminación durante toda la vida. El no reconocimiento está vinculado a un entorno que favorece la violencia y la discriminación. En algunos casos, se obliga a esas personas a someterse a una intervención quirúrgica de reasignación de género, o a otros procedimientos médicos, como la evaluación psicológica, la terapia de conversión, la esterilización y también el divorcio, con o sin reconocimiento jurídico del género con el que se identifican."

4.- Eliminación de la estigmatización vinculada a la eliminación de la patologización:
"La estigmatización por motivos de orientación sexual e identidad de género y, simultáneamente, la violencia y la discriminación, pueden surgir en diversas situaciones, en particular en el sector médico y los sectores conexos, y están vinculadas a la cuestión de la patologización. Antes de 1990, incluso en el plano internacional, los homosexuales eran clasificados como enfermos mentales; cabe citar como ejemplo el enfoque de patologización de la identidad sexual y de género (en cuyo marco se considera que las personas lesbianas, gais, bisexuales y transgénero padecen algún tipo de enfermedad, trastorno mental, disforia o incoherencia) que actualmente está siendo cada vez más cuestionado. Si bien ahora los homosexuales o gais ya no se enfrentan a la patologización en el plano internacional, en los planos nacional y local la situación sigue siendo opaca. Además, en algunas partes del mundo las personas gais y lesbianas todavía siguen siendo sometidas a una terapia de conversión al creer erróneamente que esto cambiará su orientación sexual e identidad de género."

5.- Inclusión sociocultural:
"Lamentablemente, las personas lesbianas, gais, bisexuales y transgénero son excluidas de la sociedad en muchos países: la marginación y la confinación a la periferia forman parte de un círculo vicioso que genera muchos otros problemas. Un contexto en el que se excluye a las personas del entorno sociocultural fomenta inevitablemente la violencia y la discriminación."

6.- Promoción de la educación y la empatía:
"La falta de educación y/o de sensibilización, así como la falta de comprensión, pueden convertirse desde una edad temprana en los sesgos, los prejuicios y las fobias en los que se basan la violencia y la discriminación. Esto está interrelacionado con la calidad del espectro educativo y con la forma de cultivar un sentido de empatía por la orientación sexual y la identidad de género como parte inherente de toda persona."
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Tanto a los interesados en los Derechos Humanos en general como a los que trabajan los aspectos más específicos de la comunidad LGBTI, les recomiendo muy encarecidamente la lectura de este informe, que se conozca y se difunda y se cite y se emplee.


Vitit Muntarbhorn no es sólo un hombre de una calidad y calidez humana muy fuera de lo común, sino un excelente jurista y conocedor de Naciones Unidas (de sus posibilidades y de sus limitaciones). No tiene una papeleta fácil puesto que no todos los países apoyan su mandato (por decirlo de una forma suave) y encuentra resistencias muy duras. Al menos que cuente con muestro apoyo. Aquí tiene el mío, modesto, si quiera dando a conocer su trabajo.


¡Buena suerte, Vitit, y gracias por la visita y por la conversación y por la enseñanza! Espero seguir encontrándomelo por los caminos de la vida y seguir aprendiendo de él.

sábado, 3 de junio de 2017

Trump, París y Euskadi

Hoy escribo en los medios del Grupo Noticias (DEIA, Noticias de Gipuzkoa y Noticias de Álava) sobre la decisión de Trump de retirar a los Estados Unidos del Acuerdo de París.


Mucho y muy bueno se ha escrito sobre los aspectos medioambientales, políticos, diplomáticos y sociales del asunto, así que yo he buscado una perspectiva un poco diferente: una lectura desde el País Vasco, ¿cabe hacer alguna reflexión propia?, ¿algún aprendizaje al respecto? Se me han ocurrido dos ideas que tal vez os puedan parecer interesante. Por supuesto lo que se dice del País Vasco cabe decirse de otras regiones o naciones con competencias propias en la materia y con vocación de participación en el arena internacional.



#MirarHaciaOtroLado






TRUMP, PARÍS Y EUSKADI







Por fin Trump desveló su posición, la de su país, sobre el Acuerdo de París contra el Cambio Climático. Era un secreto a voces que iba a anunciar la retirada de los Estados Unidos del Tratado, en este caso no hubo sorpresa. Su carácter impredecible, su gusto por las sorpresas, no apareció en esta ocasión y se cumplieron las peores expectativas.


Y digo peores tanto por la decisión en sí como por la forma de presentarla. Tuve el interés de escuchar en directo la intervención íntegra de Trump, de modo que no les hablo por resúmenes de prensa de tercera mano traducidos con más o menor acierto. El discurso de Trump estuvo plagado de ignorancia, medias verdades, datos absurdos y desacreditados o, en el mejor de los casos, muy parciales. Creo que ningún estudiante de secundaria de Estados Unidos había aprobado su asignatura con la presentación de un trabajo tan sesgado y tan vulgar sobre los efectos para su país del Acuerdo de París.


El desconocimiento o desprecio del Presidente por los temas medioambientales es conocido. Lo es su desconocimiento o desprecio por la comunidad internacional, sus instituciones y sus instrumentos. Lo es su desconocimiento o desprecio del ámbito de la ciencia, del conocimiento, del rigor. Lo es su desconocimiento o desprecio por la responsabilidad norteamericana en la emisión de gases de efecto invernadero. Lo es su desconocimiento o desprecio por el efecto que el cambio climático está teniendo ya (no digo que tendrá, insisto, que está teniendo ya) para millones de personas de entre las más pobres y vulnerables del mundo o para esos más de 50 estados y territorios insulares que son los primeros en sufrir las consecuencias del cambio climático y algunos incluso están en riesgo de desaparición.


Cuando el Presidente explicó que este acuerdo, si se cumpliera, reduciría las temperaturas del planeta muy poco, juntó delante de su rostro los dedos índice y pulgar, como cuando uno quiere indicarle a un niño que algo es muy pequeño. Los famosos hilillos de plastilina de Rajoy, al lado de ese gesto, son preciso lenguaje técnico.


Pero les propongo aquí una lectura de esta decisión desde el País Vasco. Se me ocurren dos aspectos que nos pueden interesar además de los generales que nos afectan como a cualquier otro.


La primera lectura tiene que ver con nuestro compromiso como país que quiere asumir sus responsabilidades internacionales con los medios de que dispone. Fue hace ya dos años, bajo el liderazgo de la exconsejera Ana Oregi, que Euskadi estuvo participando en los trabajos de París. Algunos, parte por ignorancia, parte por mala fe, miraban por encima del hombro, con displicencia, el papel de una Comunidad Autónoma en una tarea supuestamente propia en exclusiva de los estados.


Pero fíjense hoy, ¿cuál ha sido la reacción del Secretario General de la ONU al conocerse la decisión de Trump? Su comunicado oficial dice: “la transformación marcada por el Acuerdo de París está ya en marcha. Estoy seguro de que las ciudades, estados y empresas en los Estados Unidos, junto a los de otras naciones, continuarán trabajando por un crecimiento económico bajo en emisiones que creará trabajos de calidad y mercados para la prosperidad del siglo XXI”.


Los estados y las ciudades norteamericanos han reaccionado. Hay ya varios estados que han anunciado su compromiso con el Acuerdo de París. Decenas de ciudades han hecho lo propio. Frente a la frase resultona con la que Trump resumió su decisión, “yo fui elegido para representar a Pittsburgh no a París”, el alcalde de esta ciudad ha declarado firme: “Pittsburgh permanece al lado del mundo y continuará cumpliendo el Acuerdo de París”.


Hoy se muestra el acierto que tuvo de aquella visión. Su carácter innovador y su perfecto encaje en las relaciones internacionales. Los estados son muy importantes y sus presidentes muy poderosos, pero ya no son los únicos actores de la comunidad internacional, al menos en lo que a las sociedades democráticas se refiere. Estados como California y ciudades como Pittsburgh serán las que hagan que los Estados Unidos cumplan o no con los compromisos de París, diga lo que diga Trump. Hoy el papel de las regiones y territorios es el mensaje central de la declaración del Secretario General, hace dos años años estuvo nuestra exconsejera allí para reivindicar ese papel y hacerlo visible.


La segunda lectura tiene que ver con la ciencia y la tecnología. Trump no es tan poderoso como para evitar que los Estados Unidas siga teniendo algunas de las universidades, instituciones y empresas más punteras del mundo en ciencia y tecnología relativas al cambio climático. Eliminará subvenciones y distraerá recursos, pero la sociedad norteamericana es suficientemente rica económica y socialmente como para compensar, al menos parcialmente, ese efecto. A pesar de ello seguramente el liderazgo de este país se verá afectado.


El rechazo al tratado no conservará a medio plazo empleos en sectores que están ya condenados por la historia o la tecnología (carbón o transportes no sostenibles, por ejemplo), pero sí puede afectar negativamente al empleo en los sectores más punteros de la innovación medioambiental con empleos de mayor calidad y futuro.


El presidente francés, Emmanuel Macron, ha reaccionado, listo y estadista, en una pocas horas. En un discurso leído en correctísimo inglés les ha dicho a los científicos, tecnólogos y emprendedores norteamericanos que trabajan estos temas que tendrán en Francia un lugar que les acogerá con los brazos abiertos y les dará las oportunidades que Trump les cierre en su casa.


Euskadi no tiene el atractivo del nombre y la tradición de Francia o de París, de sus universidades o centros de investigación. Pero tenemos nuestras cartas. No son malas para nuestra dimensión. Juguémoslas con inteligencia y ambición.

jueves, 1 de junio de 2017

De medicinas alternativas, niños y derechos humanos


Hoy publico en El Correo un artículo que trata de "Medicinas alternativas, niños y derechos humanos".







De medicinas alternativas, niños y derechos humanos



De Italia nos ha llegado la historia de un niño de 7 años que entraba ya en estado de coma al hospital, tras haber sufrido grandes dolores durante días, para morir poco después sin que los médicos pudieran hacer ya nada. Sus padres decidieron tratar una otitis con homeopatía. La infección avanzó sin que la homeopatía pudiera evitarlo y afectó al cerebro hasta causarle la muerte, según informan los medios.

También en Italia se dio un caso parecido hace unos pocos años. Luca, un niño de 4 años, ingresó ya muerto debido a una neumonía que sus padres no comunicaron a los médicos y trataron en casa con homeopatía e infusiones de hinojo. Los médicos que recibieron el cuerpo del niño dijeron que sufría grave desnutrición. Sí, esto sucedió en la Italia del siglo XXI, en una familia de recursos medio-altos, con padres titulados superiores y en un entorno con sobradas posibilidades de acceso a la mejor alimentación, a la mejor sanidad y a la mejor información.

Y no salimos de Italia. Una nueva ley que entrará en vigor en breve permitirá obligar a los padres a vacunar a sus hijos. En caso de que no lo hagan podrán ser sancionados con altas multas e incluso en casos extremos con la pérdida de la patria potestad. Otros países europeos cuentan con normas similares. Y es que la decisión de no vacunar a un niño puede llevar a su muerte (¿recuerdan el caso de Olot?) y además pone en peligro avances generales como la reducción de enfermedades y la progresiva erradicación de alguna de ellas.

Aclaro ya que no quiero hablarles aquí de homeopatía o de vacunación, puesto que poco sé de medicina y hay muchos expertos que pueden hacerlo mucho mejor. Pero quizá algo sí sepa de derechos humanos, así que trataré de hacer algún comentario sobre este asunto exclusivamente desde esta perspectiva. Estos días están reunidos en Ginebra el Comité de Derechos del Niño y el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Ambos comités han dicho cosas interesantes sobre estas cuestiones y creo que recordarlas puede resultar útil.

¿Puede el estado obligar a los padres a vacunar contra su voluntad a los niños?, ¿puede el estado intervenir en caso de que los padres no estén dando a sus hijos la mejor asistencia médica disponible?, ¿no se vulnera el derecho de los padres a elegir por sus hijos? Hay quien defiende en redes estos días que la “obligación de vacunar vulnera el derecho a la libertad personal, la integridad física y la intimidad personal. Debe prevalecer el derecho a no vacunarse y que tal decisión sea tomada por los padres, que en definitiva tienen la obligación de velar por la salud y educación de sus hijos.”

Pero el Derecho Internacional de los Derechos Humanos dice algo muy diferente. Para empezar se “reconoce el derecho de toda persona al disfrute del más alto nivel posible de salud física y mental”. El derecho no es a disfrutar del nivel de salud que sus padres consideren mejor, sino al más alto posible. Además “los estados se comprometen a asegurar al niño la protección y el cuidado que sean necesarios para su bienestar, teniendo en cuenta los derechos y deberes de sus padres”. Es decir, lo primero es el derecho de los niños y luego el papel de los padres, como derecho pero también como deber.

Compare usted con el Derecho a la Educación. Se permite ciertamente que los padres elijan el tipo de educación que quieren para sus hijos, privada o pública, religiosa o laica, con más o menos deporte, arte o innovación pedagógica, con distintos tipos de equilibrio o diversidad lingüística. Pero el derecho de los padres a elegir no puede vulnerar el de los niños a acceder a una educación de calidad que incluya los contenidos mínimos que “el estado prescriba”. El derecho de elegir en educación no incluye un derecho a no educar o a educar por debajo de unos contenidos mínimos o a educar en fantasías y falsedades. Lo mismo puede predicarse en relación a la salud. Los padres podrán elegir distintos tipos de prestaciones o tratamientos posibles, pero siempre que puedan ser considerados como equivalentes al “más alto nivel posible”, tras un escrutinio profesional científicamente fundado, ajeno a mitos, tradiciones y creencias.

En los conflictos que involucran a niños se aplica el conocido como principio del interés superior del niño. Se expresa así: “en todas las medidas concernientes a los niños que tomen las instituciones públicas o privadas de bienestar social, los tribunales, las autoridades administrativas o legislativas, una consideración primordial será el interés superior del niño”.

Al Estado le toca “adoptar todas las medidas eficaces y apropiadas posibles para abolir las prácticas tradicionales que sean perjudiciales para la salud de los niños”. Y es que el estado puede llegar a violar los derechos humanos cuando no protege a los menores “contra las violaciones del derecho a la salud por terceros”, como, por ejemplo, al no evitar “la observancia de prácticas médicas perjudiciales”.

Como vemos el derecho de los padres a elegir no es ilimitado. Puede y, en ocasiones, debe ser supervisado e incluso corregido por los poderes públicos. Esta imposición de la ley italiana no es pues una violación de ningún derecho a la integridad, intimidad o libertad, ni de padres ni de niños. Todo lo contrario: es una exigencia muy sólidamente fundada en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos.

Diálogo con Uruguay - 2

Hemos terminado el diálogo con Uruguay.


Hoy he podido preguntar por:


- Alto índice de embarazo adolescente.¿Qué medidas educativas, sociales, socio sanitarias, de salud sexual y reproductiva, etc. se toman para afrontar este problema?
- Desalojos y desahucios. ¿Se tienen en cuenta las condiciones establecidas por los Comentarios Generales 4 y 7 sobre derecho a la vivienda a la hora de afrontar los desalojos y desahucios?, ¿se da esta protección sea cual fuere el título de tenencia?, ¿qué nos pueden decir del caso Parque Guaraní?, ¿se cumplieron esos requisitos en este caso particular?
- El Salario Mínimo ha tenido unos muy positivos aumentos en los últimos años, por encima del resto de salarios en términos porcentuales. Todo esto es bueno, pero nuestro Pacto marca que el salario debe permitir acceder a "condiciones de existencia (para el/la trabajador/a) y su familia conforme a las disposiciones del presente Pacto". ¿Cómo mide el estado que el salario mínimo permite ese acceso a la "canasta básica"?
- Ley de faltas. ¿Puede garantizar la delegación que se cumple en la práctica la exigencia legal de trasladar a los servicios sociales el caso de las personas sin hogar para que pueda facilitárseles una alternativa o una atención adecuada?
- La Subsecretaria de Salud se muestra alarmada por el aumento de niños que, por voluntad de sus padres, quedan sin vacunar, ¿qué medidas se toman para asegurar que estos niños son protegidos en su derecho a la salud, en su derecho a disfrutar "del máximo nivel de salud posible" y que en todo caso se atiende al interés superior del menor, independientemente de las creencias de su padres, cuando se trata de la vacunación obligatoria o recomendada por la OMS y por el Gobierno uruguayo?


El diálogo con Uruguay ha terminado confirmando las buenas sensaciones que mencionaba en mi anterior entrada, confirmando la calidad y buena disposición de la delegación. Ha sido un diálogo realmente constructivo y en ciento sentido modélico. Uno de los mejores diálogos que yo recuerdo por su calidad, tono, actitud y sentido.


Esto carga al Comité, y a mí particularmente como relator, con la responsabilidad de aprobar un muy buen documento de Conclusiones y Recomendaciones, actualizado y ajustado a la realidad y a las necesidades del país, que realmente sirva al gobierno, al país y a la sociedad uruguaya para seguir avanzando en el disfrute de los DESC en el país.


Delegación de Uruguay ante el Comité DESC. Palais Wilson, Ginebra, 01/06/17